Salimos un domingo de tarde, hacia las siete, con la intención de hacer ruta de noche. La coincidencia del primer día de Agosto con el último del fin de semana auguraba complicaciones en el trayecto, la coincidencia de operaciones entrada y salida hacía prever un constante y multitudinario trasiego de vehículos que queríamos evitar. El trayecto con nocturnidad, por el contrario, nos llevó hasta la frontera francesa de Bayonne en plena madrugada y sin ningún tipo de aglomeración ni en el camino, ni en los peajes. La continuidad a lo largo de la costosa red de autopistas de peaje francesas, exigió varias paradas de descanso y relajación, muchas horas y kilómetros hasta nuestro habitual alto para hacer noche en Neuenburg, al límite del territorio alemán y una vez dejada atrás la ciudad francesa de Mulhouse.
Al día siguiente, nueva jornada de carretera por las autopistas gratuitas alemanas, esas donde algunos siguen pensando que se puede circular siempre y en todo lugar a la velocidad que a uno le apetece (la realidad es otra bien distinta). Atravesamos constantemente tramos de circulación lentísima, siempre en obras y ahora con carriles provisionales en el lado izquierdo de tan solo 2,20 metros de ancho, en los cuales, cualquier exceso de velocidad lleva al topetazo inevitable con quien conduce por el de la derecha, hecho que obliga a una precaución extrema tanto si uno usa el de adelantar como si no (ver pasar un coche a unos milímetros del extremo de tu espejo retrovisor siempre hace dudar de si se trata de un acto de pericia volantística superlativa o del más que probable despiste).
La travesía de Austria, ese pequeño país encajado entre vecinos incómodos, previo abono de la "viñeta" que nos faculta para usar sus cuidadas autopistas, nos depara la habitual sorpresa de un peaje complementario a mayores, por atravesar un túnel (aquí las grandes obras se amortizan muy rápido, no como en otras partes, donde las autovías son gratis) antes de llegar a Klagenfurt. A lo largo del camino, hacemos una parada para comprar un mapa en una gasolinera, no encontramos ninguno que nos convenza y que contenga el ámbito de los Balcanes que vamos a recorrer, tampoco resulta cómodo tomar algo con tanta afluencia de gente, decidimos hacer una salida hacia la primera pequeña población que nos cuadre de camino. Nada más desembocar en la calle principal del pueblecito, nos recibe una panadería-café, elegimos el pastel de moka, delicioso, y lo consumimos con uno de esos grandes cafés de aquí en la terraza, volvemos a la autopista.
Desde Klagenfurt, y sin entrar ya en la ciudad, tomamos la preciosa carretera de montaña que conduce al Loibltunnel, con la salida de nuevo a la luz menguante de la tarde, estamos y en el antiguo puesto fronterizo de entrada a la ex-Yugoslavia (ahora Eslovenia es el único, de esos países escindidos, miembro de la UE y dentro de la moneda común, sin barreras para el tránsito fronterizo). Por eso el lugar se ha reconvertido en un gran centro comercial, con bar y todo tipo de artículos a la venta, una especie de gran tienda de gasolinera, donde adquirimos la viñeta eslovena para una semana (la Eslovenia interior se parece tanto a Austria que incluso la imita no solo en el paisaje).
Avanzamos, ya casi entrada la noche, hasta uno de los cámpings más cercanos, a muy poca distancia de la frontera, el de Sobec, en la localidad de Lesce, algo caro pero muy bien equipado, en un bosque de pinos silvestres, donde cada mañana nos despertarán los pájaros carpinteros, entre otras aves que los pueblan, con su repiqueteo catando la madera. Hay también un lago interior que se alimenta del cauce alto del río Sava, dentro de uno de cuyos meandros está el propio emplazamiento, donde han acondicionado una playita y zona de baño, así como paseos y áreas de picnic, además de los servicios habituales, organizan distintas actividades diarias, entre las que está una tarde folclórica con música y bailes regionales sobre un escenario que da a la terraza al aire libre del restaurante. Aquí nos vamos a quedar unos días, para recorrer la Eslovenia interior.
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