martes, 6 de julio de 2010

Las viñas del Pachá

Se dice que es el símbolo de Capadocia, donde se encuentran las "chimeneas de las hadas" más bonitas, cuesta adivinar donde hayan estado un día las viñas, alguna cepa se ve a lo lejos y parece imposible que pueda crecer algo en este valle erosionado, lleno de recovecos.
El lugar es ahora una especie de parque natural al que acceden centenares de turistas en autobuses (y estamos hablando del mes de Enero) que además de recorrer un pequeño itinerario panorámico siguiendo un sendero empedrado, se aventuran por los riscos de esas formaciones de toba que la lluvia y la erosión han modelado o agujereado, dando lugar a impresionantes columnas puntiagudas, montañitas cónicas, setas gigantescas, etc...
Aunque ya sepamos como se produce todo esto, según un proceso de millones de años de acción natural sobre los vestigios de un cataclismo de origen volcánico que no podemos ni imaginar, no dejan de sorprender las cualidades escultóricas de este paisaje abigarrado.


No nos ha quedado muy claro cual era el recorrido ideal para ver esto, ese que nos indicó nuestra guía, pero puede hacerse cualquiera, siempre que se encuentre un camino. El tiempo de la visita tampoco daba para grandes excesos pedestres y, mucha gente, tras las fotos de rigor, invirtió el tiempo restante en recorrer los puestos de venta que acompañan al aparcamiento de autobuses.



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